miércoles, 11 de septiembre de 2013

Actividad nº 1 (Prueba)

Comenzamos intentando familiarizarnos con el blog y las actividades obligatorias propuestas en él. Para ello recuperamos esta canción del genial bardo Javier Krahe.

Todos los alumnos deberán escuchar la canción "En la costa suiza":



Una vez escuchada (aquí tenéis la letra por si la necesitáis: Pincha aquí):

a) Los dos alumnos seleccionados para realizar la exposición, deberán responder (por su cuenta) las siguientes preguntas, para ser analizadas y debatidas en clase:

1. Por qué crees que la canción se llama "En la costa suiza".
2. ¿Qué necesidades pretende cubrir el pescador, a qué filosofía de vida la asociarías?
3. ¿Qué actividades económicas realiza el pescador a diario y qué herramientas emplea?
4. Analiza paso por paso un día en la vida del pescador.
5. ¿Qué le impide continuar con su vida?
6. ¿Qué agente económico tendrá que intervenir para impedir que el pescador continúe siguiendo con su vida, y de qué manera?
7. Analiza éticamente la actuación del pescador y de los vecinos.
8. ¿Quién es Javier Krahe?

b) El resto de alumnos deberá introducir (a través de "comentarios") su opinión reflexiva sobre la canción antes del día previsto para la exposición en clase. Al añadir el Comentario, deberá identificarse con su nombre y la inicial de su primer apellido (por ejemplo: Juan Francisco L.).

4 comentarios:

  1. Al protagonista de la canción no le dejaban actuar como querían. El buen hombre pescaba, salía a cenar se gastaba el dinero en sus amigos y en satisfacer sus necesidades y lo que sobraba lo tiraba al mar, y era muy feliz con sus poquitas cosas; pero la envidia del pueblo pudo con él, porque la gente a veces es muy muy muy mala; porque el pobre hombre no hacía mal a nadie.

    Myriam A.

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  2. El protagonista de la canción quería vivir la vida a su manera, de un modo diferente a lo que lo hacían los demás. El no quería gastarse el dinero en cosas superfluas como lo suele hacer la sociedad. Por todo esto la gente, que normalmente es hipócrita, le juzgaban y trataban de poner trabas al estilo de vida que él deseaba llevar. Él disfrutaba más de su vocación por la pesca y el mar que del dinero que le proporcionaba, por eso, sintiéndose recompensado arrojaba las monedas que no se había gastado en cubrir sus necesidades al mar.
    Ojalá la gente se dejase llevar por su vocación y no se obsesionase con las riquezas materiales.
    Álvaro D.

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  3. Los habitantes del pueblo no toleran su manera de vivir desperdiciando el dinero, pudiendo donarlo o hacer algo más productivo y entonces le denuncian con el pretexto de que contamina el mar.
    Diego A.K.

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