Tal y como hicimos con la economía de mercado, tratemos de entender, a su vez, la economía de planificación central, con un texto (fragmento de "El manifiesto comunista" y un vídeo de la obra de teatro "Marx en el Soho", en el que Marx resucita para analizar la economía de los años 90)
Lectura. “El manifiesto comunista”, K. Marx y F. Engels.
Un fantasma recorre
Europa, el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han
unido para acosar a ese fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los
radicales franceses y los polizontes alemanes.
La historia de todas
las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clase.
Hombres libres y
esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una
palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha
constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó
siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el
hundimiento de las clases en pugna.
Dado
que los recursos y los factores de producción son escasos, es necesario decidir
qué factores se utilizan para fabricar qué productos y para que los consuman
qué personas.
Todo
sistema económico debe preguntarse:
¿Qué
producir?
¿Cuánto
producir?
¿Cómo,
con qué recursos y tecnologías, se producirán?
¿Para
quién producir?
DEFINICIÓN:
Forma o estrategia que elige una sociedad para satisfacer con recursos escasos
las necesidades de su población.
Los
tres principales sistemas económicos son: Economía de mercado, de planificación
central y mixta.
2.2. Economía de
mercado
Contexto
histórico: Sobre las ideas de Adam Smith durante la revolución industrial,
Siglo XVIII.
Sistema
empleado desde el Siglo XIX, con matices, en la mayoría de estados
occidentales; y en la actualidad, junto al mixto, el sistema dominante.
Economistas relacionados: Adam Smith, David
Ricardo, JB Say, Thomas Malthus (Clásicos), Marshall, Walras (Neoclásicos),
Milton Fredman (Monetaristas), etc...
Ideas elementales:
-Las familias y las empresas actúan con total libertad
acudiendo a los mercados donde intercambian, mediante el dinero, sus rentas a
cambio de bienes y servicios.
-Los mercados son los lugares en los que se realizan las
transacciones.
-Los compradores y vendedores llegan libremente a acuerdos
sobre los precios de los productos.
-La demanda, en principio determina la oferta. Las
empresas fabrican los bienes que las familias necesitan y demandan.
-La cantidad dependerá del precio que las familias están
dispuestas a pagar y de la rentabilidad que los empresarios consideran que
pueden conseguir.
-Los precios funcionan como un sistema de señales, y se
pactan entre los compradores y vendedores. Teniendo en cuenta que un precio
demasiado alto desalentará a los consumidores y les llevará a comprar en la
competencia, y un precio demasiado bajo puede llevar a una empresa a no obtener
beneficios.
-En todo caso no es necesario pactar continuamente los
precios ya que las decisiones de unos y otros llevarán, gracias a “la mano
invisible”, a un equilibrio entre todos los agentes en el que todos los que
estén dispuestos a comprar a un precio lo podrán hacer y todas las empresas
dispuestas a vender a ese precio fabricarán el producto. Alcanzando un
equilibrio en los mercados.
-En este sistema, el Estado no debe intervenir. “Laissez
faire, laissez passer”.
-El Estado sólo interviene asegurando un marco legislativo
y jurídico que garantice la viabilidad del sistema, estableciendo la política
internacional y garantizando la seguridad ciudadana.
-El sistema se basa en la búsqueda del beneficio
individual y la competitividad, como fórmula para obtener el mayor beneficio
social.
-El mercado debe ser de competencia perfecta.
Desventajas del sistema capitalista, de libre empresa
o de economía de mercado:
Inestabilidad cíclica.
Escasez de bienes no rentables (bienes que los agentes privados no
consideran rentables y, por tanto, no suministran).
Deterioro del medio ambiente en base a la productividad y la obtención
de bienes y servicios.
Imperfecciones en los mercados, que permiten que haya empresas que
mediante su poder de mercado o la publicidad, fijen el precio o dominen un mercado, repercutiendo negativamente en los consumidores de ese mercado.
Distribución desigual de la renta. Aquellos cuyas rentas no alcanzan
para pagar el precio establecido en los mercados quedan fuera de las
posibilidades de consumo.
2.3. Sistema de planificación central
Contexto histórico: Mediados del siglo XIX.
Surgimiento de los movimientos obreros frente a los excesos del capitalismo; en
plena lucha de clases y revolución proletaria. Su desarrollo teórico se puso en
práctica durante el Siglo XX en Rusia, los países del Este tras la IIGM, China,
Vietnam, algunos países asiáticos, Cuba, etc…
Economistas/autores principales: Kart Marx,
Friedrich Engels (Clásicos), Bakunin, Kropotkin (vía anarquista), Saint Simon,
Robert Owen, Fourier (utópicos), Lenin, Trotski (Rusia), etc…
Ideas fundamentales:
-La teoría Marxista considera que todas las relaciones alo largo de la historia entre los seres
humanos están determinadas por las relaciones económicas y de producción, que
son las que determinan la diferencia de clases y los cambios sociales:
Materialismo dialéctico o histórico.
-Según Marx, el capitalismo sólo puede sostenerse sobre la explotación de la
clase trabajadora y la plusvalía.
-Sobre las ideas marxistas Lenin construyó un sistema económico
(Marxismo/Leninismo) aplicado desde 1917 en Rusia, posteriormente URSS.
-La totalidad de decisiones económicas las toma el agente de planificar
central (Estado).
-El Estado decide los bienes y servicios que deben fabricarse en función de
las necesidades de la población.
-El Estado es el propietario de los factores de producción y, por tanto,
quién decide cómo utilizarlos para obtener los bienesy servicios que requiere la población.
-Suobjetivo principal es
obtener un reparto igualitario de las rentas entretoda la población. “Cada uno en función de sus posibilidades
y a cada en función de sus necesidades”.
-El órgano de planificación central establece planes económicos (anuales,
trianuales, quinquenales…) en los que se planifican la totalidad de actuaciones
económicas del Estado.
Desventajas del problema de planificación central,
comunista, socialista, marxista.
Errores de previsión en los planes a medio plazo.
Falta de incentivos entre los agentes productores.
Pérdida de calidad en la producción.
Excesiva burocratización.
Atropellos vinculados a los países donde se desarrollaron sistemas de
planificación central.
2.4. Economía Mixta.
Contexto histórico: Tras la crisis de 1929 y la
Gran Depresión.
-Sistema de economía de mercado y libre empresa con intervención activa del
Estado o sector público.
-El Estado no sólo regulará de manera marginal la economía, estableciendo el
marco jurídico y legislativo básico que garantice la libertad de los agentes
económicos, sino que pasa a tener nuevas e importantes funciones:
oEstablece un marco jurídico y legislativo mucho más
amplio e incluso restrictivo con algunos mercados: fija salarios mínimos,
precios máximos, tarifas; facilita prestaciones sociales; legisla la
intervención en el medio ambiente o la prevención de riesgos laborales; protege
a colectivos excluidos o con menores posibilidades de acceso al mercado de
trabajo…
oSuministra bienes y servicios públicos; aquellos que la
sociedad considera estrictamente necesarios para toda la población o
estratégicos económicamente: educación, sanidad, transportes, comunicación,
minería, electricidad, telefónica, etc.
oEstablece políticas de redistribución de rentas.
oTrata de suavizar la inestabilidad cíclica (actuando
contra el momento coyuntural económico, es decir, en contra de ciclo).
-De su aplicación nace el llamado Estado de Bienestar, en el que la
intervención estatal se acompaña con un poderoso gasto social.
Los dos documentos mostrados en clase hoy sobre la economía de mercado: "Pero el hombre reclama en la mayor parte de las circunstancias la ayuda de sus semejantes y en vano puede esperarla sólo de su benevolencia. La conseguirá con mayor seguridad interesando en su favor el egoísmo de los otros y haciéndoles ver que es ventajoso para ellos hacer lo que les pide. Quien propone a otro un trato le está haciendo una de esas proposiciones. Dame lo que necesito y tendrás lo que deseas, es el sentido de cualquier clase de oferta. y así obtenemos de los demás la mayor parte de los servicios que necesitamos. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ventajas. Sólo el mendigo depende principalmente de la benevolencia de sus conciudadanos; pero no en absoluto."
Texto de La Riqueza de las naciones, de Adam Smith. Y aquí el vídeo en defensa del capitalismo de Ayn Rand:
Reflexionemos sobre el mercado de competencia perfecta y la mano invisible; ideas que proponían los autores clásicos y han desarrollado los neoclásicos y neoliberales. Todos los alumnos deben leer el siguiente texto de Jose Luis Sampedro:
"Desgraciadamente,
la perfección de ese mercado teórico nunca se cumple. En el mundo real nos
enfrentamos siempre con un mercado imperfecto en mayor o menor grado. Es muy
raro que el comprador pueda elegir sabiendo lo que hace porque no tiene
información sobre todos los vendedores presentes y, además, no suele ser experto
en conocer bien las complejidades de los productos modernos. En general, la
elección se decide entre unos cuantos vendedores más accesibles, aceptando lo
que afirman sobre las cualidades del producto o dejándose llevar por la
presentación del artículo.
No sólo se elige con esa fragmentaria y azarosa información, sino movidos
casi siempre por eficaces técnicas publicitarias, diseñadas por expertos
interesados únicamente en el beneficio logrado por la venta y no en las
ventajas para el comprador, cuya libertad queda condicionada por tantos
factores. Así, lejos de ser el rey en el mercado e imponer su voluntad, el
consumidor ha de aceptar las condiciones impuestas e incluso muchas veces cede
a hábiles persuasiones, que le convencen de sentir nuevas necesidades, pasando
a demandar productos antes no usados que le han sido «revelados» por la
publicidad o por la presión social.
Por su parte, tampoco los vendedores tienen información completa sobre la
dispersa demanda ni sobre los planes de los compradores. Si a veces tienen
éxito lanzando un producto y logran venderlo bien, en otras ocasiones no
aciertan, o bien yerran instalándose en locales poco atractivos, o se anuncian desacertada
mente o emprenden la fabricación de algo que no es bien recibido, con el
consiguiente despilfarro de recursos productivos. Dicho de otro modo: prevalece
una situación de información asimétrica, que no es igual para todos, y esa
falta de transparencia del mercado entorpece seriamente la función orientadora
de la inversión que, a manera de brújula, posee el mercado perfecto según la
teoría.
Ante tales imperfecciones,la confianza en la mano invisible empieza por
fuerza a evaporarse y se nos muestra más como una creencia providencialista
—una fe de creyente— que como una realidad contrastada. Máxime cuando la vida
diaria nos enfrenta con irregularidades en el mercado y, especialmente, con
situaciones en las que algún participante —generalmente una empresa vendedora—
logra acaparar una parte importante de la oferta, lo que le da el poder de
imponer condiciones sobre el precio o las condiciones de contratación. En estos
casos,bien frecuentes, de competencia imperfecta, la benéfica mano invisible
aparece reemplazada por otra mano perfectamente visible que en alguna ocasión
logra dominar con el poder absoluto del monopolio. Como veremos, bastaría esta
grave imperfección del mercado real para justificar intervenciones externas
correctoras en defensa del interés público, por motivos tanto económicos como
éticos y sociales.
Cuando, una vez más, alguien nos repita que «el mercado es la libertad» invitémosle
a practicar un sencillo experimento mental, consistente en imaginar que entra
en un mercado a comprar pero no lleva dinero: constatará en el acto que no
podrá comprar nada, que sin dinero no hay allí libertad, que la libertad de
elegir la da el dinero.
Reflexionemos algo más acerca de la
libertad. En el mercado se enfrentan y compiten doblemente intereses opuestos.
Los compradores quieren precios bajos, mientras que los vendedores los
prefieren altos, pero, además, dentro de cada uno de esos grupos sus miembros
rivalizan entre sí.
Obviamente los demandantes con más dinero podrán llevarse más fácilmente lo
que deseen, privando, en su caso, a otros demandantes. También los vendedores
más dotados podrán utilizar recursos publicitarios y otros medios para aumentar
su clientela compradora a costa de sus rivales más débiles. Como puede
suponerse, los más fuertes, tanto si son compradores como vendedores,
pretenderán que en el mercado pueda operarse con la máxima libertad, para poder
usar sin trabas sus capacidades competitivas, mientras que los más débiles
desearán limitaciones a esos poderes, sobre todo cuando sean extremos, como en
el caso monopolístico. Esta situación puede generalizarse siempre que haya
enfrentamientos de oponentes desiguales. Y puesto que en el mercado el dinero
es el que da la «libertad de elegir» resulta que en el mercado llamado «libre»
los poderosos efectivamente eligen mientras que los débiles se resignan con lo
inferior o con nada. Aquellos, claro está, no quieren tasas ni intervenciones
correctoras; son los menos dotados —la gran mayoría, dada la distribución de la
riqueza— los que desean controles de calidad, vigilancias contra abusos y demás
posibles defensas
En los países con sistemas económicos fuertemente planificados (como la
Unión Soviética durante el régimen comunista) era frecuente la formación de
largas colas de compradores en las tiendas para conseguir algunos productos.
Ese hecho se presentaba en Occidente como un atraso molesto y fastidioso que no
afecta a los consumidores de un sistema de mercado. Pero esa supuesta prueba de
superioridad encierra una trampa, al no poner de manifiesto que en los países
occidentales, de mercado sin racionamiento, también existen colas, sólo que
resultan invisibles. Al igual que los mendigos, no perceptibles en las calles
cuando lo prohíben las ordenanzas o se los llevan los guardias para
ocultárselos a los visitantes ilustres, las colas invisibles las integran, sin
formarse materialmente, los compradores atraídos por la oferta, pero que ni
siquiera se acercan a la tienda porque no tienen dinero suficiente para
adqumercado ni en el planificado hay existencias suficientes para abastecer de
todo a todos. La diferencia esencial está en el modo del reparto. Como en el
socialismo planificado la renta estaba repartida con más igualdad, resultaba
forzoso el racionamiento con sus colas; en cambio, en un sistema de mercado la
riqueza se reparte con mucha mayor desigualdad y origina «colas invisibles», porque
sólo una minoría puede obtener los artículos deseados". Jose Luis Sampedro. "El mercado y la globalización"
Una vez leído, los alumnos encargados de hacer la exposición el miércoles 10 de octubre, Lucas y David Ll. deberán de contestar y exponer ante la clase las siguientes preguntas: 1. En qué consiste el sistema de economía de mercado y el mercado de competencia perfecta en el que se basa. 2. ¿Qué autores lo propusieron y cuándo? 3. ¿Qué opina Jose Luis Sampedro sobre la perfección de los mercados? 4. ¿Qué opina Jose Luis Sampedro sobre la libertad en los mercados? 5. Viendo la realidad actual, qué aspectos teóricos de la Economía de mercado consideras que no se cumplen a día de hoy en España. 6. ¿Quién es Jose Luis Sampedro? El resto de alumnos y antes del día 10 de octubre, fecha de la exposición, deberán introducir su opinión personal (teórica/reflexiva) en Comentarios. Como complemento voluntario, en este vídeo, el propio Jose Luis Sampedro explica sus tesis sobre el desmoronamiento del sistema de economía de mercado: